Este cuadro fue pintado poco antes de conocer a Gala. Para ese entonces, sus necesidades en Paris se habían convertido en una obsesión. Se trata de un autorretrato (su cara se puede observas en la gran figura naranja, está boca abajo con los ojos cerrados) donde se reflejan sus deseos y temores sexuales(el sexo era una de las obsesiones de Dalí). Para entonces Dalí todavía era virgen y en su timidez influía el conocimiento, a través de libros de su padre, del alcance de las enfermedades venéreas. Entre varios símbolos destacan los sig uientes: el saltamontes, que aterrorizaba a Salvador (está situado como si fuera el bigote de Dalí); la cabeza de león aludiendo a deseos reprimidos; y una flor-vasija que, cercana al pecho de la mujer, espera ser llenada.
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Sandra Villanueva Miralles